preservación
La vitrificación de ovocitos, es un tratamiento de reproducción asistida para preservar la fertilidad femenina, que permite posponer la maternidad sin perder calidad ovocitaria mediante la extracción y posterior congelación ultra-rápida de los ovocitos de la paciente para ser utilizados en el futuro.
El tratamiento de preservación de la fertilidad consiste en un proceso formado por cuatro fases:
Durante la primera consulta con el especialista de reproducción asistida, se realizará un estudio ginecológico completo a la paciente, se le explicará en qué consiste cada fase del tratamiento y las posibilidades que se van a tener en el futuro con los óvulos que se extraigan y vitrifiquen.
En esta fase y con los resultados de las correspondientes analíticas y pruebas se pauta el tratamiento y comienza la estimulación ovárica. La paciente se administra una serie de inyecciones subcutáneas durante 10 o 12 días.Esta medicación son hormonas que estimulan el desarrollo de múltiples óvulos en el ovario. El especialista realiza una serie de ecografías para analizar la correcta evolución del tratamiento y el crecimiento de los folículos (las bolsitas de líquido que contienen los óvulos). En un ciclo natural la mujer produce un único óvulo, mientras que con esta estimulación se consigue un número mucho más elevado. Este número va a depender de la dosis que utilicemos de medicación, pero también de la reserva ovárica de la paciente. En función de las características de cada mujer (calidad de los óvulos, edad, proyecto reproductivo…) calcularemos la cantidad de óvulos necesarios a vitrificar para tener unas probabilidades altas de conseguir su objetivo el día que utilicemos estos óvulos. En líneas muy generales podríamos decir que mínimo tendremos que vitrificar 10 ovocitos, y que en una mujer con una buena reserva se podrá conseguir este número en una sola estimulación.
Una vez que la paciente ha terminado el tratamiento y los folículos han alcanzado el tamaño adecuado se administra una dosis de la hormona hCG para inducir maduración de los óvulos. Unas 36 horas después de su administración, se realiza la punción ovárica o folicular, para la extracción de estos óvulos. Esta punción es un procedimiento que se realiza con sedación en quirófano, pero es una intervención sencilla que no requiere ingreso, pudiendo a las pocas horas irse la paciente a casa.
Una vez extraídos los óvulos se vitrifican en el laboratorio. La técnica de la vitrificación consiste en una congelación ultrarrápida a una temperatura de -196º mediante nitrógeno líquido, lo que permite mantener la calidad de los óvulos idénticamente al momento de su extracción.
La edad corre en contra de la fertilidad femenina, disminuyendo la cantidad de óvulos y su calidad conforme avanza la edad de la mujer. Es por esta razón que se recomienda la preservación de la fertilidad cuando por razones médicas, profesionales o personales se va a retrasar la maternidad.
En el siguiente gráfico se observa la vinculación directa entre edad y probabilidad de embarazo.
La franja de los 25 a los 30 años es la que mayor tasa de embarazo sin ayuda tiene.
De los 31 a los 35 años los ovarios empiezan a producir un menor número de óvulos.
A partir de los 36 tanto la cantidad como la calidad de los óvulos empieza a decaer de forma rápida, siendo más acusada a partir de los 38 años. De esta forma, la gran mayoría de mujeres de 40 años tendrán óvulos de mala calidad y una baja reserva.
El tratamiento de preservación de la fertilidad es recomendable en los siguientes casos:
Centro Médico Enova
c/ Marqués de Mendigorría, 4, 45003 Toledo
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