El desconocimiento es la razón más importante por lo que existen falsas creencias alrededor de estos tratamientos.
Las técnicas y tratamientos de reproducción asistida comenzaron a realizarse en la década de los 70 y son muchos los cambios y la evolución que se han experimentado desde entonces. Sin embargo, todavía existe mucho escepticismo y estigmatización en los tratamientos de fertilidad, lo que provoca que se creen mitos falsos alrededor de ello.
1. Ya habéis sido padres antes, seguir intentándolo que ya llegará el embarazo.
Hasta los 35 años la fertilidad natural es de un 20 % cada mes, pero a partir de los 35 años su fertilidad puede verse reducida a la mitad y a partir de los 40 años a una décima parte. Por eso, la recomendación es iniciar los estudios de fertilidad en la pareja tras un año de intentar embarazarse sin éxito, pero si la mujer es mayor de 35 años, este periodo se acorta a los 6 meses y en las de más de 40 años se deberían iniciar sin demoras.
2. La infertilidad es un problema fundamentalmente de la mujer.
La infertilidad puede tener causas femeninas o masculinas. En los últimos años estamos observando un cambio de tendencia, y de las parejas o mujeres que hacen tratamientos de fertilidad, el 40 % tienen una causa femenina que principalmente es la edad materna avanzada”.
3. Guardar óvulos para preservar la fertilidad reduce la reserva ovárica y adelanta la menopausia.
Otro falso mito muy extendido es este, en cada ciclo se activan centenares de folículos, que son las estructuras que contienen los óvulos, de los cuales unos pocos se van seleccionando hasta que, finalmente, solo suele llegar a la ovulación uno de ellos. Este es un procedimiento poco eficiente de la naturaleza para seleccionar el mejor óvulo y evitar el embarazo múltiple ya que el resto de los óvulos que no llegan a ovular se degeneran y se pierden. Con la estimulación de los ovarios con hormonas lo que conseguimos es que lleguen a madurar también una parte de estos óvulos que el ovario pierde todos los meses y, por lo tanto, no se altera su capacidad reproductiva futura”.
Los expertos recomiendan la necesidad de guardar óvulos si no se planea un embarazo a corto plazo y, concretamente, se sugiere realizarlo “entre los 30 y los 35 años, cuando todavía la fertilidad está en su mejor momento”